TENDENCIAS DEL TRAJE DE VALENCIANA EN EL AÑO QUE NADIE QUIERE NOMBRAR.



Los supersticiosos dirían que no es un buen año para (puntos suspensivos…. Póngase aquí lo que usted desee). Sin embargo las tendencias siguen sus propios pasos. Caminan como los niños que recién acaban de saber comenzar a andar y no quieren que se les guíe. Pues así veo yo las tendencias en moda este curso lectivo en general para la moda  y en particular para los trajes de valenciana.
Veo muchas cintas y entredós. Veo menos vuelo en las faldas, pero tampoco demasiado menos. Veo la vuelta del Barroco e incluso el rococó. Colores fuertes, verdes olivas, naranjas, rosas y azules limpios. Veo justillos, trajes de huerta con mucho estilo y adornos encajados en lugares antes nunca vistos. Veo que el rigor histórico del traje de valenciana se reinterpreta según se quiera y eso no es criticable, y me explico:
Las tendencias falleras en lo que al traje de valenciana se refieren han sido muchas y serán, (afortunadamente para todos), durante mucho tiempo, las que uno quiera además de lo que la  historia nos ofrezca, gracias a Dios… Pese a las críticas de unos que creen que la historia del traje de valenciana es una y no más.
Se ha criticado todo y a todos: vuelos de falda, trajes de excesivos colores, formas, puntillas y manteletas, Se ha criticado el miriñaque, se ha intentado quitar una caída a las faldas, acortarlas y luego alargarlas porque quedaban muy cortas…Sirva de  ejemplo (yo… a lo mío) el denostado miriñaque:
¿Existió el miriñaque, tan detestado por muchos? Pues sí, señores.
A finales del siglo XIX fue pieza imprescindible de la burguesía  femenina emergente de nuestra tierra, que demostraba el poder económico de la mujer(en este caso de la familia). La mujer como escaparate de lo que su apellido y su casta había conseguido. Y, ¿es criticable que hoy haya mujeres que les guste el ahuecamiento de su traje de fallera con el miriñaque? Pues, desde mi humilde opinión, no.
Te podrá gustar más o te podrá disgustar, pero, lo cierto es que tan histórico es el traje de farol como el traje de siglo XVIII, la media manga, las manteletas, las puntillas y el ahuecamiento de las faldas con el miriñaque o incluso el polisón…
Con ello, llego a la conclusión de que, si todo es historia, ¿por qué una fallera no puede elegir que parte de la historia quiere en su traje de valenciana?
Léase…

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Es falso que se usase miriñaque a finales del siglo XIX en ningún lado del mundo. La crinolina, llamada en España miriñaque o jaula, aparece en 1840 y desaparece a finales de la década de 1860. No era señal de distinción, lo llevaban hasta las obreras en las fábricas. Y responde a una moda que por primera vez se adapta a todas las clases sociales por la difusión de patrones y la aparición de las primeras tiendas de ropa pret a porter en el mundo. El traje de valenciana guarda sus formas del siglo XVIII, cuando Carlos III prohibe el modo de vestir popular de herencia medieval y el pueblo adapta en cada región su visión de la moda en las clases superiores, francesa, a sus medios y conocimientos. Nunca llevaron miriñaque, artefacto que no existía en el XVIII, sino panniers para dar volumen a las caderas, por lo que las clases populares que no podían costearlos se las ideaban con ahuecadores realizados con morcillas cosidas alrededor de las faldas interiores.

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domingo, 27 de mayo de 2012

TENDENCIAS DEL TRAJE DE VALENCIANA EN EL AÑO QUE NADIE QUIERE NOMBRAR.



Los supersticiosos dirían que no es un buen año para (puntos suspensivos…. Póngase aquí lo que usted desee). Sin embargo las tendencias siguen sus propios pasos. Caminan como los niños que recién acaban de saber comenzar a andar y no quieren que se les guíe. Pues así veo yo las tendencias en moda este curso lectivo en general para la moda  y en particular para los trajes de valenciana.
Veo muchas cintas y entredós. Veo menos vuelo en las faldas, pero tampoco demasiado menos. Veo la vuelta del Barroco e incluso el rococó. Colores fuertes, verdes olivas, naranjas, rosas y azules limpios. Veo justillos, trajes de huerta con mucho estilo y adornos encajados en lugares antes nunca vistos. Veo que el rigor histórico del traje de valenciana se reinterpreta según se quiera y eso no es criticable, y me explico:
Las tendencias falleras en lo que al traje de valenciana se refieren han sido muchas y serán, (afortunadamente para todos), durante mucho tiempo, las que uno quiera además de lo que la  historia nos ofrezca, gracias a Dios… Pese a las críticas de unos que creen que la historia del traje de valenciana es una y no más.
Se ha criticado todo y a todos: vuelos de falda, trajes de excesivos colores, formas, puntillas y manteletas, Se ha criticado el miriñaque, se ha intentado quitar una caída a las faldas, acortarlas y luego alargarlas porque quedaban muy cortas…Sirva de  ejemplo (yo… a lo mío) el denostado miriñaque:
¿Existió el miriñaque, tan detestado por muchos? Pues sí, señores.
A finales del siglo XIX fue pieza imprescindible de la burguesía  femenina emergente de nuestra tierra, que demostraba el poder económico de la mujer(en este caso de la familia). La mujer como escaparate de lo que su apellido y su casta había conseguido. Y, ¿es criticable que hoy haya mujeres que les guste el ahuecamiento de su traje de fallera con el miriñaque? Pues, desde mi humilde opinión, no.
Te podrá gustar más o te podrá disgustar, pero, lo cierto es que tan histórico es el traje de farol como el traje de siglo XVIII, la media manga, las manteletas, las puntillas y el ahuecamiento de las faldas con el miriñaque o incluso el polisón…
Con ello, llego a la conclusión de que, si todo es historia, ¿por qué una fallera no puede elegir que parte de la historia quiere en su traje de valenciana?
Léase…

1 comentario:

  1. Es falso que se usase miriñaque a finales del siglo XIX en ningún lado del mundo. La crinolina, llamada en España miriñaque o jaula, aparece en 1840 y desaparece a finales de la década de 1860. No era señal de distinción, lo llevaban hasta las obreras en las fábricas. Y responde a una moda que por primera vez se adapta a todas las clases sociales por la difusión de patrones y la aparición de las primeras tiendas de ropa pret a porter en el mundo. El traje de valenciana guarda sus formas del siglo XVIII, cuando Carlos III prohibe el modo de vestir popular de herencia medieval y el pueblo adapta en cada región su visión de la moda en las clases superiores, francesa, a sus medios y conocimientos. Nunca llevaron miriñaque, artefacto que no existía en el XVIII, sino panniers para dar volumen a las caderas, por lo que las clases populares que no podían costearlos se las ideaban con ahuecadores realizados con morcillas cosidas alrededor de las faldas interiores.

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